Al Prometeo Guajiro
Dedicado al Doctor José Enrique Finol (De su libro Mito y Cultura Guajira)
Y a mi apreciado amigo Juan C. Viloria Petit
I
Pala’ Jana – Pala’ Jana –
– ˑ –
Podré llamar a un Dios Bueno
Si al Hombre le niega el Fuego?
- El Ser… Lo Divino… El Logos? –
II
Antes… Antes… Mucho Antes,
En un Entonces del Tiempo.
En las Grutas del Puloi…
(Madre y Padre del Misterio)
Guardaba el Fuego Maleiwa.
Eran dos Piedras Gemelas:
La una Blanca, La otra Negra.
Era la Blanca ULAIPIUCE,
y la Negra era SIMALA.
Eran Bellas, Fulgurantes.
Cual del cielo su presencia.
Como el ANASHIKA KAI.
Como el SKEMECHE AITU’U.
La Dualidad en su Esencia.
Como el Ánodo y el Cátodo
en lo que llamamos Ciencia.
Ya en tal Entonces, el Homo,
desde lo alto de una ceiba,
con solo ver las estrellas
quería dominar la tierra.
Fluía el Tiempo, Fluía el tiempo
como los ríos por la selva,
y en otro entonces el Homo
deja el caujaro y la Ceiba.
Bajó de las altas ramas,
y así que pisó la Tierra,
ya las fieras le temían
y hasta las propias culebras.
Así que bajó sabia
de quien eran “tales huellas”,
y que algo le faltaba
viendo el sol y las estrellas.
Ya guardaba para Darwin
los genes de sus ancestros,
y para Watson y Crick
la Cadena del Recuerdo.
Imitaba los aullidos,
el trinar y gorjeos.
Los arrullos, los bramidos,
el crujir y los lamentos,
y roncaba como el trueno,
y silbaba como el viento.
III
No le doy al Hombre el Fuego
decía MALEIWA en silencio.
Si el Hombre es malo, con Fuego
será dos veces perverso.
El Hombre no es sino… Fiera.
Es malo de nacimiento.
Quemará bosques, sabanas,
y de los ranchos los techos.
El Brujo quemará al niño
en un Ritual de Misterio,
y dueño y señor del fuego,
palabras irá diciendo
para inventar Dioses nuevos.
Es una Fiera en Proceso.
Un niño sobre la hoguera
será una braza de incienso
para Dioses de madera,
de bejuco, piedra, yeso.
No le doy al Hombre el Fuego.
Es una Fiera en Proceso.
IV
El Tiempo fluía y fluía,
y en otro Entonces el Homo
tuvo nombre… Qué Momento!
Se llamaba JUNUUNAY.
Homo Sapiens… Por supuesto.
Estaba allí con las Piedras
y oyó que hablaba la selva
y que silbaba JOUKTAI.
Le decían: Busca dos Piedras.
Allá en el PULOI las tiene
muy escondidas MALEIWA.
V
Con los pies sobre la Tierra
el Sapiens saca ventaja
con los troncos de madera
y los golpes con las Piedras.
Las Piedras en tal Entonces
nada tenían de Preciosas.
Que fuese cuarzo o caliza,
granito, rubí, topacio,
bien esmeralda o amatista,
el Sapiens, mano en acción,
fue del basalto al diamante,
del ágata al corindón.
“Si son piedras… Ya veremos”
se repetía JUNUUNAY
VI
Y mi Sapiens JUNUUNAY
urde un plan.
Ya sabe lo que le espera.
Llama a la audacia y le dice
ayúdame compañera.
Y la audacia en el Guajiro,
que no conoce la espera
al instante le responde:
Lo que me pidas te doy.
Yo juego con la candela.
Vámonos para el Puloi
a buscar esas Gemelas.
Cuando MALEIWA pregunte
qué tu buscas? A qué vienes?
Le dirás: abuelo mío!
Mírame… Muero de frio.
Dame calor… Tú lo tienes.
Deja que frote mis manos
junto a las tuyas… Abuelo.
VII
Y JUNUUNAY tembló de frio.
(llevaba túnica blanca)
Le crujían dientes y huesos.
Temblaban pecho y espalda,
y se iban tornado gotas
aquella mirada lánguida.
VIII
MALEIWA ve a JUNUUNAY
mas no suelta una palabra.
Le clava sus ojos fijos
a aquel temblor y sus lágrimas,
y se repite en silencio:
el Hombre es Fiera, y engaña.
IX
JUNUUNAY mira en MALEIWA
su visible desconfianza,
por lo que llama a JOUKTAI
antes de tender su trampa.
Y JOUKTAI, señor del éter,
y del aire y de la brisa,
en la Gruta del Puloi
se torna casi en sonrisa.
Y así, como un ave en vuelo,
como el Flamingo o la Garza…
Con su vuelo que parece
que imitara la Esperanza…
JOUKTAI es casi un Susurro.
Y en un ondular del cielo
logra desviar la mirada
de aquel desconfiado Abuelo.
JUNUUNAY en ese instante
con la Gemelas en mano
a su mochila las pasa,
y así le dice a KENAA:
Corre y esconde esa brasa,
vuélvete un alcaraván
que MALEIWA no te alcanza.
X
Como era aún medio día,
Las Piedras no se veían.
Pero llegada la noche…
Que brillo! Que resplandores!
Que derroche de fulgores!
XI
Y MALEIWA maldecía…
Y decía lleno de enojos:
A este bribón JUNUUNAY
lo voy a volver gorgojo.
Y así que KENAA corría
MALEIWA le repetía:
A ti, te daré lo tuyo.
Te voy a volver cocuyo.
Lo oscuro será tu infierno.
En lo oscuro has de vivir,
y sólo en noches de invierno
te voy a dejar salir.
XII
JUNUUNAY, muy precavido
ya tiene listo a JIMUT.
Toma esta brasa le dice,
MALEIWA está que maldice
porque el Fuego lo perdió.
Nos hará sabios y fuertes,
y seremos como Dios.
XIII
JIMUT en rápido giro,
la brasa que es casi un faro
va y la entierra en un Caujaro.
Del Caujaro, en un Samán,
Luego las pasa a un Olivo
Y después a un Guayacán.
XIV
MALEIWA de Furia lleno
Le grita así a JUNUUNAY:
Te volveré cigarrón.
En un hueco, tu aposento,
Con bolitas de excremento
Jugarás por diversión.
XV
Serumaa ya había nacido.
Qué niño precoz! Que vivo!
Corriendo entre los Caujaros,
los Samanes, los Olivos,
mostraba hasta el Guayacán
a los Hombres sorprendidos.
No hablaba… Más decía aquí…
Señalando con un dedo,
Y emitiendo aquel sonido…
SKI – SKII; SKI – SKII...
Y así el Hombre encontró el Fuego
al ver a JIMUT frotar
unas ramas de Caujaro,
de Roble, de Guayacán,
o de Olivo, Cují, Samán.
XVI
Y fue así que JUNUUNAY…
Semilla de Prometeo.
De Cruzado sin coraza,
gritó y dijo OCTOROJOSHI
allá en la Guajira Alta…
En la Gruta del Puloi
QUE ES DONDE NACE
LA PATRIA.
Alberto Barros
